UNA TRISTE AVENTURA DE LA CAMPANA SAN JOSE

-¡TLAN, TLAN! ¡TLIN, TLIN!
        Era el dia 2 de agosto de 1899 y las campanas de santa maria volteaban jubilosamente para recibir al Cardenal Arzobispo don Marcelo Spínola y Maestre.
        de pronto, ese concierto sacro, que baña al pueblo en honor a Dios, fue sorprendido por accidente: ¡tlan, tlan!, ¡tlin, tlin! ¡Toc, toc....!
        Era la campana de San Jose que se habia cascado. Sus compañeras seguian repicando y ella quedo muda para siempre. El mismo prelado lamentó que su llegada hubiera terminado con la vida de una campana yen aquel mismo momento, se proyecto su refundicion.
        Los años pasaban y la campana continuaba esperando volver a voltear en un alegre repique o balancear para llorar a un difunto.
        En 1907 el sacerdote Don Lucas de Soto consiguio recaudar  los fondos necesarios para la refundicion de la campana, lo que se llevo a cabo en el lugar  que ocupó el deposito del agua, en el Murete. Vinieron a fundirla los Hermanos Linares, que indicaron la conveniencia  de hechar una buena aleacion de plata, que haria más agradable su sonido.
        Fueron muchos los arcenses que pasaron por el Murete para entregar viejas medallas, cubiertos, cadenas antiguas, o simplemente pedazos de plata, colaborando asi, generosamente, a que la San Jose obtuviese nueva vida.
       Y llego el dia de subirla a la torre. En la Plaza del Cabildo, en la llamada Puerta Alta  de Santa Maria, se encontraba la campana cobre cuatro sostenes que la levantaban unos dos metros, aproximadamente, del suelo.
       En lo mas alto de la torre asomaba una gran polea, por la que pasaba la maroma del monumento y sitial, que habria que subir la campana por la fuerza del torno instalado en el centro de la plaza. Cuando el Clero de Santa Maria salió para bendecir la campana de San Jose, sus compañeras saltaron de alborozo, repicando para recibir al nuevo bronce:
         -¡TLAN,TLAN!, ¡TLIN, TLIN!, ¡TLAN, TLAN!
         El capellan de la iglesia de San Francisco, don Jose Perez Garcia, se metio bajo la campana y la bendijo solemnemente, asistido por el arcipestre don Rafael Rodriguez y del Parroco don Lucas de Soto, por deferencia de sus compañeros, ya que el bronce ostentaba el Santo de su nombre.
        Dicen que al salir de debajo de la de San José, rozo una de sostenes que la mantenían, haciendola caer estrepitosamente al suelo, con gravismo riesgo de haber producido daños al sacerdote oficiante y cascándose de nuevo.
         El numeroso publico congregado observó como se había tornado en tristeza la alegría de los clérigos, que, inmediatamente, comenzaron a consultar sobre lo que harían.
        Enmudecieron las campanas restantes de la torre y, al mandato del arcipreste, el torno comenzó a girar para subir, lentamente, aquella campana cuya refundicion tanto se había celebrado y que ahora subía con la tristeza de los boquiabiertos arcenses y el silencio del campanario. No había dinero para refundirla otra vez.
          Desde entonces, hasta 1985 en que ha sido refundida de nuevo, se encontraba muda la campana San José, que en 1907 tuvo la triste aventura de ser refundida sin conseguir estrenar su sonido.
          En esta última refundición se ha respetado en su faldón la inscripción que grabaron en  aquella fecha:
          "San José, ora pro nobis. Año 1907. Fue refundida esta campana por los hermanos Linares, siendo curas de esta parroquia Mayor y Más antigua de Santa Maria, Don Rafael Rodriguez, Arcipreste; Don Lucas de Soto y Don Jose Perez, costeada por la Fabrica Parroquial".
D. Jose Perez García que bendijo la campana "San José"

Comentarios